sábado, 10 de marzo de 2012

SATÉLITE, DE DÓNDE VIENE ESTA PALABRA




   


SATÉLITE:
astro sin luz propia que gira alrededor de un satélite.
La Luna (el culto a la Luna está relacionado con las divinidades femeninas). Los ciclos lunares duran 28 días, un mes, una menstruación.

  

PLANETA: astro sin luz propia que gira alrededor de una estrella.

Planetas interiores o terrestres, son rocosos y tienen pocos satélites; son los más cercanos al Sol (Mercurio, Venus, Tierra y Marte) y los planetas exteriores o jovianos, menos Plutón, son gaseosos y tienen muchos satélites  (Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón).


Un satélite artificial es una nave espacial fabricada en la Tierra o en otro lugar del espacio y enviada en un vehículo de lanzamiento, un tipo de cohete que envía una carga útil al espacio exterior. Los satélites artificiales pueden orbitar alrededor de lunas u objetos naturales del espacio, cometas, asteroides, planetas, estrellas o incluso galaxias. Tras su vida útil, los satélites artificiales pueden quedar orbitando como basura espacial.

    ¿DE DÓNDE PROCEDE LA PALABRA SATÉLITE?


   A pesar de que desde Nicolás Copérnico (1473-1543) sabemos que la Luna es satélite de la Tierra y que muchos otros planetas, como Júpiter o Saturno, tienen los suyos, lo cierto es que esta palabra se hizo de uso cotidiano sólo a partir de 1957, cuando la Unión Soviética puso en órbita el primer satélite artificial, el Sputnik I. Pocos imaginaban por entonces que aquella novedad —vista por entonces como una hazaña tecnológica, pero sin mayores consecuencias prácticas— tendría una importancia tan fundamental en las telecomunicaciones y en la vida cotidiana del mundo de hoy.

    La palabra satélite proviene del latín satelles, satellitis, y antes, del etrusco. La usaban los romanos para designar a los soldados de la escolta de un rey, de un príncipe o de un emperador. 
   Según una leyenda romana, el primer gobernante que tuvo guardaespaldas fue el último rey de Roma, Tarquino el Soberbio (534-509 a. de C.). Posteriormente, por una bella metáfora, la palabra pasó a designar, aún en latín, los cuerpos celestes que orbitan en torno de algunos planetas.
   ¿A que merece la pena saber de dónde proceden las palabras? 
   La ETIMOLOGÍA se encarga de estudiar el origen de todas las palabras y contarnos de dónde proceden.
   Buen finde, campeones.
   MUUUAAACCCAAASSS!!!

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