domingo, 20 de marzo de 2016

19 DE MARZO, DÍA DEL PADRE



Hola, chicos.

Ayer fue el día del padre, ya lo sabéis. Espero que hayáis sido buenos y lo pasarais muy bien.

Yo también tuve un papá muy cariñoso listo y trabajador. Era asturiano como mi mamá pero vinieron a Madrid a trabajar.
Mi papá tenía un bar y mi mamá una mercería (es una tienda donde se venden hilos, telas, botones, ropa interior..., y que ahora quedan ya muy pocas).

Le he escrito a mi papá el poema de abajo y espero que os guste. 

Tiene una cosa graciosa en unos versos.

 Os lo explico: cuando entra un cliente a un bar y pide un vino, el camarero le pregunta que si lo quiere blanco o tinto. Mi padre también ayudaba a mi madre en la mercería y un día entró una señora y le pidió una bobina de hilo. Mi padre se despistó creyendo que estaba en el bar y le dijo a la señora que si la quería blanca o tinta (como si fuese una copa de vino). Nos reímos mucho.

Espero que paséis unas buenas vacaciones y leáis mucho.

MUUUAAACCCAAASSS!!!

TUS MANOS
                                                                       (Para mi padre)

Tus manos
de una escuela con dieces, papá,
para el niño más listo de la clase,
para el niño con beca y muchos libros.

                                               Pero hay que estudiar mucho.
                                               Pero hay mucho trabajo.

Papá, tus manos
de cambio a la ciudad
empujando barriles,
despachando cervezas:
                                               blanca o tinta, señora-
                                              (como le preguntaste a una señora
                                               que quería comprar una bobina de hilo).

Papá, tus manos
que conducen el coche los domingos
y juegan con nosotros
golpeando un balón
que bota lo mejor de la semana.

                                               Aunque hay poco dinero.
                                               Aunque hay mucho trabajo.

Papá, tus manos
que de antiguas no entienden que ya beso
y una vez me pegaron tan miedosas
que aún llevo la marca de tu llanto.

Papá, tus manos
que me quieren, que cuidan a mis hijos,
que me hacen crucigramas inventados
mientras yo te rehago en la memoria.


                                         MSol Huerta Niembro